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¿Tiene la calima solución diplomática?

Agencias. 28 de diciembre de 2018

Uno de los mayores parques eólicos del mundo enfoca hacia Canarias y levanta tormentas de arena cada vez que sopla el mínimo viento. La instalación y su mantenimiento, pagada por el gobierno alauita de Marruecos, corre a cargo de una empresa española con acciones en Repsol.

 

Al parecer, hay quien teme que la petrolera salde así la deuda pendiente con el Archipiélago, tras la paralización de las prospecciones y posible explotación de yacimientos de petróleo o gas en las cercanías de Canarias. Algunos especialistas en energías alternativas, que han analizado superficialmente el caso, afirman que no era absolutamente necesario orientar los generadores de energía como están ahora; de forma que el polvo fino traspasa las fronteras Schengen impunemente.

El gobierno marroquí ha declarado que el tema está en manos de los mejores profesionales del sector. Mientras que voces de la política canaria, dicen que tras la defenestración de Paulino Rivero las relaciones con Repsol son mejores que nunca y “de ninguna manera se le pueden pedir cuentas a la multinacional”.

Al parecer, parte de la familia real española tiene intereses económicos en la zona y una firme relación con la monarquía alauí. Por lo que algunas voces en el Archipiélago quieren que se contemple la posibilidad de que se entable una acción diplomática que reoriente los molinos y libre a Canarias de tanta calima. Sin embargo, hay rumores de que los informes que maneja la Casa Real contienen estudios de impacto medioambiental (firmados también por especialistas españoles) que confirman la idoneidad de las instalaciones.

Voces discordantes, de partidos representados en la cámara canaria, aseveran que “la tierra continental mejora calidad de la arena de nuestras playas y acerca cada vez más el Archipiélago al continente, posibilitando la llegada de nuevos turistas”, y que “los ecologistas se creen que en Canarias la gente se traga cualquier cosa”.