El nota aquel del internet

Se de un nota, y no soy yo sólo, que de pequeñito se tragó internet y no se lo pudieron sacar. Él no creció, se quedó más bien bajito, pero llegó a sacar pecho con su rollito virtual. Lo único es que ya no sale, se queda en casa como asustado, como si huyese de alguien o de algo que, desde luego, no es su ordenador.

Me cansé de pedirle que saliera, que viniese conmigo a una y otra manifestación, que nos ayudase a cargar las cajas de arroz de la ONG, la comida para el comedor social… pero siempre tiene una escusa, cuando no “es que le parece absurdo” ayudar.

El repite cada evento de facebook, en todos pone “asistiré”, está hecho un auténtico guerrillero virtual, un “ciberactivista” dice él solito, pero a los que lo conocemos nos da penita y ya hemos tenido que apartarlo de nuestros perfiles, redireccionar sus emails a “no deseados” y no darnos por aludidos cuando le dan los subidones y tirotea desde su teclado contra el resto del mundo.

Él no sabe de anarquismo, de comunismo o socialismo, pero le da igual. Sabe ser un auténtico ecléctico ideológico y transmitir el más terrible fascismo en sus expresiones y amenazante palique: pena que le falte credibilidad, que si no igual nos animábamos y acabábamos con tanto mal.

Es el que se encarga de amenazar con la crisis energética y de exponer como la derecha radical, de hacernos conocer cada desastre natural y advertirnos de las tormentas solares. ¿Y si al final todo es verdad?

¿Y si una tormenta de Sol, se carga todas las comunicaciones, el facebook se va pal carajo, no vemos emails ni el móvil, y nos quedamos sin wassap?

Tranqui, compa, que te rescatamos. Que seguro que estarás machacando ese maltratado teclado, con la pantalla negra perdida, y aunque intuyas que nadie te lea, no sabrás descargarlo mejor. Pero desde ahora pregúntate, si no es mejor llamarte Antonio Manuel, como en las telenovelas, que pretender hacerles creer a cada persona que te conoce que el nombre que te inventaste para internet, lo ganaste y lo mereces, por aporrear el fallecido PC.