Canarias es una niña que no quieren que madure. Sus padres la consolaban con un globito de helio llamado turismo que le mandaron desde muy lejos. Todo iba bien hasta que se descubrió que el globo causaba una enfermedad respiratoria que podía ser mortal. Los padres cortaron el hilo cuando la niña dormía y después intentaron convencerla de que con el hilo valía, pero su inmadurez no era tanta y la niña lloró, desconsolada, sin saber que las lágrimas no arreglan nada. Ahora intentan conseguirle un globo nuevo, con menos tóxicos si es posible, pero los padres ̶ inmaduros también ̶ ni se plantean otro juguete con el que lograr contentarla y alimentarla para que crezca razonablemente. Canarias está jodida y no hay intención de ayudarla.